Es el profesionista, que son sensibilidad social y espíritu de servicio, está preparado para ayudar a la persona, a la pareja, a los hijos y en general a la familia, en las dinámicas relacionales, a fortalecer los recursos internos y externos a fin de que los vínculos que unen a los miembros de la familia sean adecuados y eficaces.
Es un interventor en los procesos de separación y divorcio para favorecer una colaboración positiva de las partes que lleve a una solución beneficiosa para toda la familia, incluyendo cuestiones de régimen de visita, patrimoniales y económicos.